El futuro es ahora, la educación es el pasado.

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Educando para el pasado

¿Has pensado que los niños que hoy ingresan al sistema escolar están siendo educados para un mundo que ya no existirá? Es evidente, dirás tú, pues cada día el mundo es diferente. Sin embargo, el cambio al cual hacemos referencia es tal vez más drástico que la revolución industrial, que transformó el mapa laboral dejando obsoletos muchos oficios y creando nuevas necesidades.

¿Y cuál es ese cambio? La inteligencia artificial (IA), que hasta hace algunos años, muchos pensábamos que era algo de películas futuristas; y que tendrá un desarrollo tan rápido que es difícil imaginar.

Basta comparar las enormes diferencias de una imagen creada por la IA “Dall-e 1” y “Dall-2”, que con un año de diferencia, muestra una mejora abismal. O el tan comentado “Chat GPT” que ha cambiado drásticamente la forma de acceder a la información y la producción de textos. Hasta tengo un conocido que conversa habitualmente con “Tess” una IA que le responde como si fuese un psicólogo (cabe destacar que esa persona nunca había ido a un terapeuta porque le daba vergüenza exponerse a esa situación y hoy le escribe casi todos los días, declarando que le sirve mucho). Hasta yo mismo uso un “asistente virtual” que en mi último viaje en tren me envió el link con los pasajes más baratos, algo que me hubiese tomado varios minutos si lo hubiese hecho yo.

Diferencia entre DALL-E 1 y DALL-E 2

¿Y el sistema educativo?

¿Tendrá sentido enseñar caligrafía a niños que en algunos años más le hablarán a su asistente virtual para que envíe un e-mail; o esforzarse en que los jóvenes hagan resúmenes de un texto, cuando Microsoft Office, en marzo de este año, ya lanzó paquetes donde, por ejemplo, puede grabar una reunión virtual, hacer el resumen de los temas más relevantes, enumerar los acuerdos, indicar en qué temas no hay acciones concretas y hasta planear el seguimiento?

El año 2008, yo estaba muy orgulloso porque a mis estudiantes de 12 y 13 años, les enseñaba a crear estadígrafos en Excel con una base de datos y luego, les pedía que hicieran descripciones y conclusiones. Era una hermosa unión de la matemática, la comprensión lectora, la redacción y todo, usando niveles cognitivos superiores. Pero hoy, Microsoft puede procesar sus hojas de cálculo haciendo eso y mucho más por sí solo.

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¿Cómo la IA cambiará el mundo?

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En mi experiencia, el modelo racionalista-académico, donde está el “experto” frente a los legos, ya no tiene sentido. El acceso a la información ya no será un problema con internet, pero ahora el procesamiento de esa información tampoco lo es. ¿Es hora de desempolvar verdaderamente los modelos constructivistas y cognitivistas para que de una vez por todas, el profesor no sea un “enseñante” que todo lo sabe y que se pone en frente para que “rellenar” los cerebros? Vale señalar que dichos modelos tienen más de 50 años declarados en la teoría psico-educativa y en las reformas educacionales, pero aún no logran ser llevados a la práctica.

¿Pero dichos modelos serán suficientes cuando los jóvenes de 5 años en el 2023, deban ingresar a la Universidad aproximadamente el año 2035 y jubilar, más o menos el año 2080? ¿En qué mundo se desarrollarán?

Creo que en el mundo educativo debemos dejar de discutir cómo controlar que los estudiantes no usen Chat GPT ni otra IA. El problema no está en evitar que copien en los exámenes, ni como descubrir si usaron una IA en su dibujo, en su video o ensayo. Hay que elevar la discusión para imaginar cuál será el mundo que vivirán nuestros niños y cómo debemos prepararlos.

Yo no tengo la respuesta ni creo que una sola persona la tenga. Acá hay aspectos centrales del currículo que se deben debatir: el tipo de sociedad y de hombre, los valores, la visión de mundo. Hoy nos jugamos temas centrales del sentido de la vida que tendrán los adultos de algunas décadas más, cuando el trabajo será hecho por una IA y muchas fuentes laborales desaparezcan, dejándonos con un sistema de bienestar elevado, con mucho tiempo y con una delgada línea moral entre lo público y lo privado.

Por ahora, la tecnología nos permite discutir y debatir con actores educativos de todo el mundo. ¿Por qué no empezar a repensar juntos?

PD: Le pedí a Chat GPT que revisara este ensayo. Estuvo de acuerdo y recalcó varias veces que la tecnología no puede aún reemplazar al profesor, pues la educación no solo es enseñar técnicas, sino que también valores como la empatía y la compasión que solo pueden ser enseñadas por un ser humano.